Jugando nos atrevemos a ser cosas que en la vida real están prohibidas, son imposibles o simplemente diferentes.
El comienzo es una fantasía compartida y el deseo de interpretarla.
Puedo ser lo que tú quieras, siempre desde el respeto mutuo y las ganas de disfrutar.
El objetivo es despertar al mayor órgano del placer: nuestra imaginación.