Sé que quizás limpiar la casa inicialmente no es lo más sexy pero he de decir que con el estrés diario que vivimos, es uno de los momentos que más disfruto. Sobretodo, mientras espero a alguna visita masculina. Me gusta abrir la puerta y mostrarme en modos inesperados, cuanto más salvajes mejor, y ver la cara de corderito que se le queda al que está al otro lado de la puerta. Es cierto, soy una MILF, estoy casada, pero mi marido trabaja en Barcelona y nunca sospecharía nada. Este conjunto no lo lavo en exceso para que no se estropee, así que puedo seguir así, devorando hombres y mojándolo hasta que alguien se interese por él.